La frase del mes. Darwin reflexiona sobre la Música

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image En un año como éste, en el que el mundo científico se acerca a Charles Darwin, estupendo naturalista nacido hace doscientos años, el Departamento de Música de nuestro IES os quiere invitar a aproximarnos a este estupendo naturalista desde un punto de vista diferente, desde los ojos de la Música.
El buen Charles amó profundamente el arte del sonido, que le proporcionaba una paz que no alcanzaba a describir. A pesar de que él se reconoció sin especiales dotes para la música, incluso sin ningunas dotes, como él mismo expresa, siempre disfrutó de ella y de un modo u otro le acompañó a lo largo de toda su vida. En su Autobiografía así nos lo cuenta, y ésta es la frase que os propongo como frase del mes, porque además este mes nuestro instituto va a ser un centro muy darwiniano.
Vamos a situarnos. Charles ha sido enviado a la Universidad de Cambridge por su familia, que ha decidido que sea clérigo. El mismo Charles nos da una visión muy interesante de la vida en la universidad inglesa por aquellos años. También lo hace sobre su vivencia de la música. Y escribe así:
"También me uní a un grupo de aficionados a la música, creo que por medio de mi simpático amigo Herbert, quien obtuvo un High Wrangler. Gracias a mi relación con estos hombres y oyéndolos tocar, adquirí una gran afición por la música y en los días laborables solía acomodar los horarios de mis paseos para poder escuchar la antífona en la capilla del King´s College. Ello me producía un intenso placer, hasta el punto de que a veces sentía escalofríos en la espalda. Estoy seguro de que esta afición no tenía nada de afectación ni de simple imitación, pues siempre iba solo al King´s College y a veces llegué a contratar a los chicos del coro para que cantasen en mis aposentos. Sin embargo, tengo tan mal oído que soy incapaz de percibir una disonancia, ni de llevar el compás, ni de tararear correctamente una melodía; y para mí sigue siendo un misterio cómo pude llegar a obtener tanto placer de la música."
Después de esta reflexión, en muchas otras ocasiones aparecerá la música en sus escritos. Siempre estará presente de un modo u otro. A lo largo de sus viajes las diferentes expresiones musicales del mundo llamarán poderosamente su atención. En su Viaje de un naturalista alrededor del mundo lo deja patente. Citaré algunos de estos ejemplos:
- A su paso por las islas de Cabo Verde, en África, Charles queda impresionado por la música de un grupo de mujeres que acompañaban sus polifonías con percusiones corporales.

- De visita a una hacienda en el interior de Río de Janeiro, Brasil, se hace consciente de la realidad que aún se vive en ese país: la esclavitud del pueblo africano, que llevado al nuevo continente servía de mano de obra barata para, por ejemplo, las plantaciones de caña de azúcar. Darwin escribe así: "una madrugada fui a pasearme una hora antes de salir el sol para admirar a mis anchas el solemne silencio del paisaje; de pronto oigo elevarse por el aire el himno que cantan a coro todos los negros en el momento de empezar el trabajo."

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